Los resultados electorales nos dicen que la sociedad actual no está por el discurso "políticamente" correcto; aquél que es capaz de adaptarse a cualquier circunstancia.
Al final, el discurso ambiguo que asumen algunos partidos con exceso de responsabilidad y con intención de gobernar, que les permitía ganar elecciones y después eran capaces de desarrollar todo lo contrario que figuraba en su programa, ya no sirve. El ciudadano en estos tiempos de sufrimiento ha decidido apostar por discursos claros y valientes, arriesgados, basados en la verdad aunque sea dura o utópica.
Esperan de la izquierda un discurso de izquierda, la derecha ya tiene el suyo, y puede gustar o no, pero no engaña (después de quitarse la careta) a nadie, los nacionalistas se muestran diáfanos...el "café con leche" no defiende los intereses de nadie.
Nosotros seguimos creyendo que se sale por la izquierda, y el socialismo está llamado a asumir su papel aglutinador, cuanto antes se percate, mejor para todos.
